miércoles, 8 de junio de 2011

LA BAHÍA DE TOKIO

Hoy me gustaría recomendaros un dorama que no es tan conocido como Liar Game o 1 litre of tears, sin embargo fue una serie que, aunque al principio no esperaba gran cosa, me llegó a enganchar y su temática me pareció muy interesante. Naturalmente estamos ante una historia de amor, pero es una historia algo atípica puesto que narra la relación entre un japonés y una chica de orígenes coreanos pero que pertenece a la tercera generación de su familia que vive en Japón. Así, a simple vista, la historia puede parecer simple, pero no es tan fácil formar parte de una familia tradicional coreana en Japón, hoy os intentaré explicar brevemente la historia de los coreanos residentes permanentes en Japón, como lo es por ejemplo nuestra protagonista: Mika Kimoto.
TOKYO WANKEI


En una empresa de publicidad del barrio de Daiba en Tokio trabaja Mika Kimoto, una joven cuya familia lleva tres generaciones viviendo en Japón. Mika no se puede quejar de haber tenido una vida complicada, su padre es el director de una cadena de hoteles y siempre ha podido ofrecer a Mika y su hermana todo tipo de comodidades. Sin embargo, su padre Masao es extremadamente tradicional y quiere que sus hijas se casen con otros coreanos como ellas. Cuando su actual relación con un joven médico japonés fracasa por la oposición de ambas familias, Mika decide inscribirse en un servicio de citas. El mensaje de Mika es respondido por Ryosuke, un trabajador de unos almacenes en los muelles del barrio de Shinagawa, justo al otro lado de la bahía de Tokio.
 Aunque parecen no tener nada en común, el caprichoso destino los ha unido desde hace ya mucho tiempo. Un día llega a las manos de Mika el diario de su madre, al leerlo descubre sorprendida que su madre tuvo una relación con un hombre japonés antes de casarse con su padre Masao. ¿Es acaso el destino de Mika con Ryosuke similar al que vivió su madre con su amante japonés?


Ryosuke (Soko Wada) y Mika (Yukie Nakama)

Los protagonistas de la series os pueden resultar conocidos. Si habéis visto la serie de la semana pasada, Liar Game, podréis reconocer a Ryosuke que está interpretado por Soko Wada, os llamará la atención el cambio total de repertorio de un dorama a otro. En el caso de Liar Game interpreta a Eto, el cómplice masculino de Fukunaga en el segundo juego de Liar Game. En Tokyo Wankei el papel de Ryosuke se caracteriza por su timidez, su valentía intentando continuar la relación a toda costa y, sobre todo, su sencillez. Junto a Soko Wada está Yukie Nakama protagonista del conocidísimo dorama Gokusen. Yukie Nakama interpreta el papel de Mika y también el papel de Yuri (la madre de Mika), tras de sí tiene un gran número de series, películas, anuncios para la televisión, además de un álbum musical y numerosos singles. Tenedla controlada porque la veremos en próximas ocasiones ;)


Yukie Nakama

Os he dicho antes que ser coreano en Japón es a veces una situación complicada, os quiero hablar a continuación de los zainichi coreanos:
Zainichi es un término que escucharéis a menudo en este dorama. La palabra significa literalmente “residente en Japón”, en este caso hablamos de los zainichi kankokujin, los zainichi coreanos. Llegaron a Japón a partir del año 1910, cuando el emperador de Corea cedió la soberanía del país al emperador de Japón y se produjo la anexión de Corea al imperio japonés. Hay dos versiones sobre los motivos que llevaron, alrededor de los años 20, a trasladarse a un gran número de coreanos a Japón. Según los coreanos las tierras y la producción de muchos campesinos coreanos fueron confiscados, lo que los llevó a una emigración forzosa para poder sobrevivir. Por su lado los japoneses afirman que estos campesinos emigraron a Japón buscando una vida mejor.Tras la Segunda Guerra Mundial muchos de estos coreanos fueron repatriados y aquellos que quedaron en Japón perdieron su nacionalidad japonesa como consecuencia del final de la soberanía de Japón sobre Corea tras la derrota japonesa en la guerra.



Se produjo otra gran ola de inmigración en la decada de los 50, cuando Corea del Sur fue devastada por la guerra entre ambas Coreas. Desde entonces la comunidad coreada en Japón es la etnia extranjera mayoritaria del país, actualmente residen en el país nipón unos 587.000 coreanos. Los zainichi (coreanos o de cualquier país) no pueden por ley tener dos nacionalidades así que deben decidir como adultos a que país quieren pertenecer. Si permanecen como coreanos se convertirán en residentes permanentes especiales, deben llevar siempre consigo una tarjeta que los identifique como tal (lo veréis en el dorama). Al no estar nacionalizados japoneses no tienen derecho a voto ni pueden acceder a puestos en el gobierno. Hasta los años 50 no podían recibir ayudas sociales, a partir de los 60 pudieron tener un seguro médico y hasta los años 80 no tenían derecho a una pensión estatal. Además los zainichi tienen derecho a tener un segundo nombre legal, muchos zainichi coreanos utilizan nombres japoneses (como en el caso de nuestra protagonista Mika Kimoto), según una encuesta del año 2002 sólo el 13% utilizaba entonces su nombre original


Gráfico de la población coreana en Japón entre 1910 y 2010

Dentro de los zainichi coreanos existen dos grupos:
Chongryon es una asociación afiliada a Corea del Norte. Ha sido la más militante en cuanto a la conservación étnica de la identidad coreana. Abrieron muchas escuelas coreanas en todo Japón y no están de acuerdo en adoptar la nacionalidad japonesa. Tampoco aceptan los matrimonio mixtos (japonés-coreano) y se oponen fuertemente al derecho a voto de los zainichi coreanos.
Mindan es una asociación afiliada a Corea del Sur. Este grupo es menos controvertido y se esfuerzan por integrar a la comunidad coreana en la sociedad japonesa. Muchos de ellos mandan a sus hijos a colegios japoneses y hoy en día siguen luchando por tener derecho al voto como ciudadano de Japón sin estar nacionalizado como japonés.
Actualmente hay muchos jóvenes como Mika Kimoto que llevan generaciones naciendo y viviendo en Japón. Estos jóvenes ya se han desprendido del peso de los recuerdos de la guerra y adoptan la nacionalidad japonesa, ya que muchos de ellos sólo conocen la lengua y cultura japonesas
Como veis no es tan fácil ser un zainichi, muchos coreanos deben renunciar a sus antepasados y olvidar sus orígenes. Quizás a muchos de ellos no les importa puesto que desconocen gran parte de la cultura de sus ancestros, pero hay otros que no tienen elección. En el caso de Mika Kimoto sus deseos de ser japonesa se ven frustrados por su familia, y, al fin y al cabo, al final todo se reduce a lo mismo: cada persona debe ser libre de escoger quién quiere ser.
¡Hasta la próxima semana!

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